sábado, 18 de octubre de 2008

Sobre el difícil oficio de escribir

No cabe duda: escribir bien exige del escritor más que una terquedad de burro para continuar sin desanimarse. Escribir nada más es fácil. Pero escribir bien es otro asunto.

Tanto los principiantes como los experimentados atraviesan por crisis al momento de cumplir con su oficio. Los desolados primerizos padecen, por ejemplo, la torpeza de realizar algo completamente nuevo mientras que nuestros colegas veteranos se deben cuidar de algún declive en su estilo, porque, justamente, por ser seguidos al milímetro por sus lectores, algún descuido accidental resultaría imperdonable a la hora de las críticas.

Escribir bien demanda paciencia para no dejarse abatir por el desconsuelo. Fuerza y confianza en uno mismo para empezar de nuevo la obra despreciada. No se crea que basta únicamente con buena voluntad. Buena voluntad la tenemos todos. Hace falta decisión para hacer lo que sea necesario hacerse hasta ver coronados de triunfos nuestros esfuerzos.

La satisfacción de haber sido fieles a nosotros es la mejor recompensa que podemos recibir. No hay mayor gozo que llegar al término de una jornada y saber que hemos cumplido con nuestro deber: un deber que nosotros mismos hemos decidido emprender, el de compartir con el mundo entero nuestro propio mundo de palabras y letras.

Les quiero comunicar que he decidido hacer algunas modificaciones. De ahora en adelante a este blog lo dedicaré a artículos de diversos temas: política, futbol, literatura o de opinión. De modo que tejí otro blog exclusivamente para mi producción literaria.

Mi blog alterno es: pablorubirosa.blogspot.com