viernes, 1 de agosto de 2008

Si Dios existe… ¿Por qué se permite la injusticia en el mundo?



“El que está arriba es un sádico que se goza viendo cómo sufre el hombre.”
Al Pacino en El abogado del Diablo.

¿Cómo Dios puede dejar impune tanta maldad? La respuesta es: Porque Dios ama a la humanidad. Si: Dios tarda en castigar a los malos porque espera, con paciencia infinita, con amor de Padre, que el hombre se de cuenta de su error y pida perdón. Y Dios, que no alberga rencor en su corazón, concede perdón a todo aquel que se lo pida.

Puede ser difícil de creer esto, lo sé. Yo les propongo el siguiente caso: Un rey tenía dos sirvientes, que por deudas iban a ser ejecutados. Uno le debía cien talentos; el otro quinientos talentos. Pero a ambos los absuelve. ¿Quién le estará más agradecido a su rey? Aquel a quien le perdonó más. Jesucristo proclamaba: “Aquel a quien se le perdone más, más ama.” Lo mismo sucede con el Hombre: ese que en un primer momento abusaba de su prójimo, cuando abra los ojos, y se de cuenta de su falta, su pesar lo hará desistir de sus errores. Entonces otro santo habrá nacido.

Sólo quienes se han equivocado demasiado, saben que la naturaleza del hombre tiende al error. Nadie. Nadie es lo suficientemente justo como para juzgar a su hermano. Y ese es otro defecto que tenemos. Nos gusta exigir el castigo para los demás porque creemos que nosotros somos inocentes. No seremos criminales ni corruptos. Pero lastimamos, mentimos, ilusionamos, engañamos o nos aprovechamos de cuantos podemos. Sin embargo afirmamos que somos inocentes. Habría que ponerse a meditar a cuántas personas hemos hecho daño, de lo contrario siempre creeremos que los demás sí merecen una pena, y nosotros no.

Por otro lado aquellos que en el pasado hicieron mucho mal, reconocen que son nadie para condenar a quienes caen ahora. Aceptan con paciencia que si lastimaron, nada pueden reclamar a quienes los lastimaran. No acogen venganza en su corazón sino pena por sus malhechores.

La triste realidad es que el Hombre no sabe perdonar. Si alguien lo ofende, exige inmediato desagravio, al precio que sea. Dios por el contrario, que es consciente de las imperfecciones del hombre, no cede a la ira, sino lo mira con amor, por que sabe que esa persona vive en error, vive engañado. El hombre malo antes de perder a los otros, se pierde a sí mismo. Y Dios, como Buen Padre, está a la espera de nuestro regreso a su lado. Y no nos jala hacia él, sino que espera nuestra voluntad, aunque le tome cien años.

¿Qué sería del hombre si Dios sancionara nuestras atrocidades o crímenes de inmediato? ¿Qué pasaría si Dios cediera a la ira inmediata y no nos diera chance de rectificar nuestros caminos? ¿Realmente el hombre tiene derecho a juzgar a los demás? ¿Realmente el hombre es tan inocente como cree?

1 comentario:

amer's vago dijo...

El hombre nunca cree que es inocente, sino la maldad ya es parte de nosotros; que sería del amor de Dios y que sería de Dios si no hubiera gente como tu, como yo, es decir pecadores; dejaría de ser el refente del bien y nadie hablaría ya de El, aunque talvez, el prefiera dejar se ser famoso en la tierra y que nadie hablara de El y nos pusieramos a hacer lo que dijo y no repetir como huevones universitarios teóricos, lo que dijo sin hacer nada.